viernes, 20 de febrero de 2015

¿Te animaste a ir al gym?



Por Eder Dioses. Fotos por Jhon Gómez.


Te miras al espejo y quieres lucir un cuerpo bello y saludable. Lo primero que piensas es iniciar una
rutina en el gimnasio.
Lo recomendable es que escojas un gym (del inglés “gymnasium”) que este ubicado dentro de tu ruta diaria. Puede ser camino a tu trabajo, universidad o casa, ya que una de las principales excusas para no ir es la lejanía.
Haz que el gym entre en tu rutina diaria. Así como tienes que ir a trabajar, estudiar, etc.,tienes que ir a ejercitarte.
A continuación te presentaremos algunos puntos para que tu estancia en el gimnasio sea duradera, cómoda y no desistas de tus objetivos.


Costo: Debes tener en cuenta que el gimnasio más caro no necesariamente es el mejor. Antes de inscribirte debes verificar que el gimnasio cuente con las cosas básicas para que tu entrenamiento sea el mejor y por ende los resultados también. Lo ideal es contar con lo siguiente:

_ Aparatos de cardio: verifica que cuente con bicicletas y máquinas elípticas, si no hay zona de cardio será muy difícil que oxides grasa o que tengas calentamientos óptimos.
_ Mancuernas: que tengan los agarres en buenas condiciones.
Amplitud: _ Verifica que haya buen espacio. Lo ideal es hacer ejercicio sin tener que sentir el sudor del usuario de a lado
Seguridad: _ Los aparatos tienen que estar en buena condición. El mantenimiento de las máquinas tiene que ser continuo. Revisa que las poleas, cables y mancuernas estén en condiciones para su uso. Podrías tener un accidente.
_ Instructor(a) certificado(a): como mínimo debe de contar con dos instructores o instructoras que te guíen con tu respectiva rutina y según los objetivos que deseas alcanzar, así como para que te asesore nutricionalmente. Algunos gimnasios tienen un o una especialista en nutrición aparte de la instrucción; no está de más verificar su certificación profesional.

Los primeros días: Si es tu primera vez en el gimnasio, se te tornará algo difícil y probablemente te sentirás intimidado o intimidada ya que es algo nuevo y desconocido para ti; pero ¡¡tranquilo, tranquila!!
Una vez dentro, habla con tu instructor o instructora. Plantea tus dudas y tus objetivos. Él o ella debe ayudarte a  aclarar todo el panorama.
No olvides llevar una toalla, agua, desodorante y ropa extra.

Movimientos básicos: Lo primero que tienes que hacer es CALENTAR para evitar que tus articulaciones y ligamentos se lesionen, pues tienes que prepararlos para un ejercicio más fuerte y al que no estás acostumbrado o acostumbrada.
Monta la bicicleta o sube a la elíptica de 10 a 15 minutos.
Si vas a hacer pesas, es recomendable que preguntes sobre el funcionamiento de la máquina. La intuición en este caso no es muy buena. Puedes realizar cosas que van contra la biomecánica.


Tras la clase: Después de acabar tu rutina toma un baño relajante, cambia de ropa e inmediatamente debes ir a comer. Tu cuerpo esta en un punto crítico donde necesita combustible y de urgencia. Como ya lo habíamos resaltado en artículos anteriores, el cuerpo necesita los nutrientes y proteínas para reponer el desgaste físico.

El dolor es normal: Lo más seguro es que el segundo o tercer día tu cuerpo esté completamente molido y no quieras saber nada con el gimnasio; pero tranquilo, tranquila, es normal.
 Hay un dicho: “si duele es porque lo estás haciendo bien”, y la explicación es que tus niveles de ácido láctico estarán al máximo, y por eso se da el dolor.
Sin embargo, levántate y ve al gym. El remedio para ese dolor es volver a someter tus fibras musculares a actividad física.


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